A FÉLIX VARONA
Félix, cuánta luz le dejas
a tu pueblo, con qué brillo
edificaste un castillo,
abriste todas las rejas.
Fuimos inquietas abejas
agrupadas por tu voz,
perlas que de dos en dos
engarzaste en una hebra,
perdona, mi voz se quiebra,
no puedo decirte adiós.