Agustín Serrano Santiesteban

PALABRAS DEL LOCO ESCRITAS EN SU TUMBA ANTES DE  MORIR

 

Primavera, corta edad:
alas de una golondrina.
La tristeza en cada esquina,
asedio de soledad.
El sueño, una eternidad
de golpes en mis sentidos.
Los dioses están dormidos;
desde allá no se regresa.
No tengo pan en la mesa,
soy hijo de los olvidos.

La muerte con su guadaña
cazando al sueño y al pobre,
sólo tengo agua salobre,
un solo brazo, la maña
de no dormir; una extraña
sensación que me domina.
El grito del que termina
de hacer el amor, un verso.
Soy polvo en el universo,
me emborracho en una esquina.

Los proxenetas,la droga,
el engaño,la miseria;
el pobre ya sin arteria,
la guillotina,la soga.
El burdel,la guerra en boga;
yo sin futuro,sin metas;
el azar,las indiscretas
miradas de los vecinos.
Roma con sus cien caminos,
el cojo de las muletas.

La joven que vende todo,
el honrado que te roba,
el doble rostro,la escoba
moderna de bruja;el lodo
hasta el pecho sin un modo
de encontrar el paraíso.
Los pobres lamiendo el piso
y mi dios de vacaciones.
Ya no escucho las canciones.
No soy yo soy un occiso.

Y nosotros los extraños,
sin saber cuando se parte.
Hay más hunos de esta parte,
dolor de varios tamaños.
Ya no anhelo los escaños
futuros, cambia la vida
por la muerte y el suicida
se masturba en Notre Dame.
¿Qué somos, acaso un clan,
una tribu  fratricida?

Una sombra disparada,
el vino que hace olvidar;
la promesa de anunciar
tanta verdad esquivada.
No hay pupila, no hay mirada;
me quedo sin corazón.
El rico va a su mansión,
el pobre vuelve al chiquero;
la barrera del dinero,
esta globalización.

A veces me desespero:
Dios adónde, adónde Cristo.
No puedo callarme, insisto;
descanso en el basurero.
Mentir es un buen agüero;
el honor está en desgracia,
la ayuda es sólo  falacia;
hay alud de corrupción
y un soplo de Armagedón
cercena la democracia.

Conspiran los inmortales
bíblicos, no me equivoco.
El parque es un sitio loco
entre hojas homosexuales.
Se mienten los ideales,
se orina sobre el hermano;
ser citadino o aldeano
nada importa, estoy en paz
conmigo y sin antifaz
soy miserable y profano.

Hay un joven que murió
ayer por lanzar un dado.
No sé quien soy, he tratado
de no cambiar, de ser yo.
Mi hermano me disparó;
la muerte viene sin sexo.
Estar vivo es sólo un nexo,
un sitio de transición.
Ya no vale la oración;
mi ojo es  un lente convexo.

Qué voy a hacer sin memoria,
de qué sirvió el celibato;
la campana en arrebato
anuncia el fin de la historia.
Y yo sólo con la gloria
frustrada de esta lección.
Sin Julieta en el  balcón,
ciego entre el hambre y el frío;
salto sin miedo al vacío
y grito:traición,traición.

Deja un comentario